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"El escándalo de la carne equina". 04 de Marzo de 2013.

Todavía hoy sigue siendo noticia el escándalo de la carne de caballo encontrada en productos precocinados en toda la Unión Europea. Y es que los departamentos sanitarios siguen haciendo análisis a los productos para encontrar más carne de caballo como la que desató la polémica el 16 de enero pasado en Irlanda.
Analizando 27 muestras de hamburguesas congeladas, las Autoridades de Seguridad Alimentaria de ese país encontraron rastros de carne de caballo en estos productos. Las hamburguesas eran comercializadas en cinco cadenas de supermercados entre los que se encontraban Lidl, Aldi y Tesco y que tienen presencia en varios países de la Unión Europea. Además de Irlanda y Reino Unido, Francia, Alemania, Hungría, República Checa, y  otros países de la UE, se han visto afectados por el hecho.
Entre muchas de las marcas implicadas de comida preparada, se encuentra la marca Nestlé, quien ya retiró dos productos de pasta rellena de la marca Buitoni por haber encontrado carne equina en ellos. De hecho, el mismo día en que se encontraran los restos de la carne en los productos, la compañía decidió retirar toda la producción de su proveedor Servocar, una empresa madrileña, que le provee de carne y quien ya ha puesto en su página de internet un anuncio indicando que es sólo un intermediario cárnico comercializador de carne de vacuno cordero y avícola y que nunca ha distribuido, comprado o vendido carne de caballo; que no procesa carne y que sólo vende piezas enteras (http://www.servocar.es/servocar.html).  Y es que todos se están lavando las manos en el proceso. Los supermercados le echan la culpa a las empresas de las marcas que surten la comida preparada que se comercializa en sus establecimientos;  y éstos a su vez, a sus proveedores de carne. 
Aunque la UE ya puso en marcha un plan de control para el rastreo de esta carne en los 27 países miembros, la noticia ha sido todo un escándalo en Europa y  las personas están regresando a comprar carne en las antiguas carnicerías para evitar ser presas del fraude de la carne equina. Y es que al hecho se le ha dado el nombre de fraude, pues las autoridades indican que las empresas no informaron en las etiquetas de los productos que se trataba de carne equina y que no existía ningún peligro para la salud. Sin embargo, hay quienes abogan por que el hecho sea considerado como un problema de salud pues tres caballos que fueron sacrificados en el Reino Unido contenían en la carne un antibiótico de tipo inflamatorio llamado fenilbutazona.
Sin duda que las empresas de alimentos preparados y congelados estarán registrando pérdidas ante tales hallazgos. En pláticas informales ya se comenta de la importancia de regresar a las carnicerías a comprar la carne con el carnicero de confianza. En las grandes ciudades esto se torna un poco más difícil, pero en los pueblos pequeños de los alrededores esto todavía puede ser posible. La marca, que en el pasado era sinónimo de credibilidad está perdiendo terreno. Volver a cocinar en casa después de cosechar las verduras de nuestro propio huerto, así como comprar la carne con algunos vecinos de confianza, será visto en el futuro, más como una necesidad que como un cambio de comportamiento para el cuidado del medio ambiente y la salud.
Los resultados de las pruebas de control que la UE puso en marcha el 15 de febrero, se darán a conocer el 15 de abril. Estaremos pendientes de los resultados.

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