Hace
algunos meses, leí un tweet que me gustó y que decía algo así como “el único
lugar en donde el “éxito” viene antes que el “trabajo”, es en el diccionario”.
Y es cierto, sea cual sea el éxito que se quiera conseguir, hay que trabajar.
Hace ya
algunos años leí el libro “Outliers” (o “Fueras de Serie”, que es su título en
español), de Malcom Gladwell. En este
libro, Gladwell hace un recuento de diferentes historias de éxito y analiza las
características en común que tienen cada una de ellas. El autor apunta, entre
otras cosas, que no es el más brillante el que alcanza el éxito, tampoco tiene
éxito aquél que tomó una serie de decisiones y esfuerzos que lo llevaron a ese
lugar. Nos comenta, sin embargo, que el éxito es un regalo. Entonces, desde el
análisis que hace el autor, aquellas personas a quienes se les han dado
oportunidades y han tenido la fortaleza y la inteligencia para darse cuenta de
ellas y tomarlas, son quienes han tenido éxito en la vida. El secreto (y la
trampa) está en saber identificar estas oportunidades, estos “regalos” como los
llama Gladwell. Tal vez, en algún momento, no nos damos cuenta de que estamos
ante una oportunidad, cada quien debe tener la suficiente fortaleza e
inteligencia para tomar la oportunidad y hacer que rinda sus frutos.
No hay duda
de que existen oportunidades en la vida que vienen solas y que es importante
aprovechar. Desafortunadamente, no siempre sucede así. Muchas oportunidades
aparecen en nuestra vida porque nos hemos dedicado a buscarlas, porque hemos
permanecido activos, en movimiento, buscándolas. Conozco mucha gente que se
queda esperando el curso o el trabajo perfecto; y lo que es peor, durante esta
espera no hacen nada y todo les parece poca cosa, desperdician tiempo permaneciendo
inmóviles mientras llega la gran oportunidad. Creo que el secreto de éxito
también radica en mantenerse activos.
Es
importante hacer algo de provecho durante el tiempo libre. Ya sea que se esté
en la espera de algo, o que estemos ya realizando eso que estuvimos esperando
por largo tiempo. Cosas muy simples pueden ayudarnos a avanzar a alcanzar
nuestras metas, desde charlar con una persona de experiencia en el área que nos
interesa, tomar cursos gratuitos o pagados , repasar vocabulario para avanzar en
el dominio de un nuevo idioma o leer un libro que nos amplíe el panorama sobre
nuestro campo de estudio. Todo es valioso. No es una sorpresa que las personas
más activas tengan más preparación. Qué hacemos en nuestro tiempo “libre” también
marca la diferencia.
Y en este
movimiento, también es importante saber cambiar a tiempo. Muchas veces, las personas tienen sueños desde
niños y con el tiempo, llegan a hacerlos realidad; sin embargo, otras personas
persiguen una cosa en sus inicios y cambian con el tiempo. Esto también es
válido, lo que no es válido es quedarse estancado. Este es el caso de Stephan
Winkelmann, CEO y Presidente de Lamborghini, quien primero estudió Ciencias
Políticas, después se unió al Ejército Alemán, posteriormente se desempeñó en una
firma de servicios financieros, para después reenfocar su atención en la
industria automotriz, ocupando posiciones en Mercedez-Benz, Fiat y finalmente
en Lamborghini, desde 2005.
Cualquier
cosa que queramos alcanzar, es importante mantenernos activos, en movimiento.
Prepararnos constantemente siempre va a tener retribuciones a corto, mediano y/o
largo plazo.